Opel Manta B (1977): a caballo entre la cultura pop y la realidad

El Opel Manta se fabricó en Bochum de 1970 a 1988. Fue un auténtico héroe local. Un coupé deportivo asequible para la clase trabajadora, que se convirtió en un popular objeto de personalización con la empresa de tuning D&W, también con sede en Bochum, incluyendo una carrocería ensanchada.

Las 557.940 unidades vendidas en 18 años hasta el final de la producción hablan por sí solas. Durante años, el Opel Manta B fue el deportivo más vendido de Alemania. Y sus clientes no era un público adinerado.

¿Sólo un elegante Ascona?

Al igual que su predecesor, el Manta A, el Manta B se basaba en el Opel Ascona B, que se lanzó al mismo tiempo. Una distancia entre ejes ligeramente mayor (2.520 mm) y una carrocería alargada diferenciaban al coupé deportivo del familiar. En el frontal, los faros redondos del A tuvieron que dejar paso. Las grandes ópticas rectangulares iluminaban ahora el camino. Además, una barra antivuelco integrada en la carrocería garantizaba la seguridad.

En conjunto, el Manta B tenía un aspecto más agradable y suavizado. Los contornos en punta de flecha de su predecesor, el Manta A, se sustituyeron por un diseño más fluido. En 1975, la parte trasera del CC ya insinuaba la trasera del Opel Monza, que apareció en 1978. Con su aspecto, el Manta B estaba probablemente más cerca del Ford Capri II, presentado un año antes de lo que a la empresa de Rüsselsheim le hubiese gustado admitir.

A lo largo de su trayectoria, el Manta B estuvo disponible en un total de 14 versiones con potencias comprendidas entre 55 y 144 CV. Dos carrocerías estaban destinadas a satisfacer necesidades individuales. El coupé clásico con maletero para los entusiastas de los coupés originales y el coupé familiar 'CC' con gran portón trasero, introducido en 1978, como variante familiar. En conjunto, el Manta se dividía en Manta, Manta L, Manta Berlinetta, Manta SR y Manta GT/E.

El Manta B 1.9 S Berlinetta en azul zafiro que estás viendo en las imágenes estaba propulsado por un motor de cuatro cilindros, con 1,9 litros y 90 CV de potencia y una caja de cambios de cuatro velocidades. Llaman la atención el techo de vinilo negro en contraste y las ventanillas traseras triangulares practicables. En el interior, se retomó el esquema de colores de los años 70, con el tono azul como protagonista. El salpicadero era sencillo y estaba claramente organizado. La palanca de cambios y el freno de mano estaban situados en una especia de consola central. 

En el plano deportivo, muchos aficionados sólo querían tener su propia versión del Manta 400 de rallies o, al menos, un algo parecido al Irmscher GSi. Pero sólo hubo 245 ejemplares del primero y el segundo también fue una versión exclusiva poco antes de que el Manta dejara de fabricarse en 1988.

El Manta B vivió siete años más que el Ascona B. Los coches tuneados, como el resto de coches de escena populares, apenas han sobrevivido. Hoy en día, los Manta B intactos en su estado original o aquellos con tuning contemporáneo de empresas relacionadas con Opel, como el Irmscher GSi, están muy solicitados.

El coupé deportivo de Rüsselsheim sigue siendo recibido con miradas benévolas en todas partes, y ahora incluso se juega con su imagen de unas formas históricamente encantadoras. A pesar de su medio siglo de historia, el Opel Manta B sigue siendo un invitado muy bienvenido, para los aficionados de los clásicos europeos y alemanes, más en concreto.