Volvo 740 (1984-1992): el 'ladrillo' sueco cumple 40 años

Quizá el término 'ladrillo' te suene reciente por el Tesla Cybertruck, sin embargo la idea de las líneas rectas y las formas angulosas no es tan nueva. En 1982, Volvo presentó la serie 760, cuyo apodo fue ése precisamente, el de 'ladrillo sueco'.

La berlina y el familiar pretendían transmitir visualmente la solidez de los modelos suecos. En 1984, hace 40 años, se añadió el Volvo 740 al programa de la familia 700, asumiendo el papel de modelo de entrada relativamente asequible en la clase media-alta con un motor de cuatro cilindros. El 740 se situó entre el 240, que se ofreció desde 1974, y el propio 760, que ejercía de buque insignia del fabricante. 

Con el Volvo 760, la marca sueca consiguió por fin entrar en el pequeño círculo de fabricantes de vehículos de prestigio. Dentro de la familia 700, sólo el 780 coupé, presentado en 1985, llegó a ser aún más exclusivo. En total, 1,2 millones de Volvo de la serie 700 salieron de la cadena de producción hasta 1992, cuando los 940 y 960 se convirtieron en los más exclusivos. 

Con un espacio sin igual para los pasajeros y una capacidad de carga igualmente impresionante en el maletero variable, el Volvo 740 familiar se convirtió en la referencia de su clase a partir de 1985. Sin embargo, también debe su historia de éxito mundial a otros talentos tradicionales de Volvo, como una fiabilidad ejemplar e innovaciones reconocidas internacionalmente en el equipamiento de seguridad.

El Volvo 740 estaba propulsado por una amplia gama de motores, incluidos bloques de gasolina de cuatro cilindros en línea con y sin turbocompresor, así como mecánicas diésel de seis cilindros. La cilindrada oscilaba entre 1.986 y 2.383 cm3, y la potencia, entre los 82 CV del diésel atmosférico y los 200 CV de un motor turbo de gasolina que confería una imagen exclusiva dentro de la gama 740, aunque no estaba disponible en todos los mercados.

Las opciones de transmisión incluían cajas manuales de cuatro y cinco marchas, así como una automática de cuatro velocidades. Los discos de freno hidráulicos garantizaban una buena fuerza de detención. Por cierto, el 740 medía 4.785 mm de largo y ofrecía una generosa distancia entre ejes de 2.770 mm.

La asociación automovilística ADAC probó un 740 GL con 113 CV y catalizador en 1987. Precio en Alemania: 33.990 marcos. Se alababa la amplitud de la berlina y su maletero de 480 litros, aunque el umbral de carga era bastante alto.

Además, se comentaba que el motor de gasolina de 2,3 litros "funcionaba un poco áspero a regímenes altos". La aceleración hasta 100 km/h desde parado era de 12 segundos exactos, mientras que marcaba un consumo de combustible de 8,9 litros cada 100 km. 

En otoño de 1988, el Volvo 740 recibió un pequeño lavado de cara, que mantuvo los modelos frescos durante otros cuatro años. A partir de agosto de 1990, se ofreció incluso durante otros dos años junto con su sucesor, el 940.

Se fabricaron un total de 650.443 berlinas y 358.952 familiares del 740. Hoy en día, los familiares se ven mucho más por las carreteras.