Para algunos es el sonido de un gran motor retumbando por los tubos laterales y la brutal aceleración que te empuja hacia atrás cuando pisas el acelerador. Otros no pueden evitar mirar los curvilíneos guardabarros y se sienten atraídos por la hermosa artesanía de la carrocería de aluminio. Desde el enfriador de aceite y el capó hasta la barra antivuelco y los guardabarros, este automóvil tiene que ver con el rendimiento. Las Kirkham Cobras son las réplicas con carrocería de aluminio más bellas y correctas. El propio Carol Shelby quedó tan impresionado que permitió que los autos de Kirkham caminaran junto a los Cobras originales en el área del paddock de las Monterey Historic Races. Un honor que Shelby no otorgó a ningún otro creador... Este Kirkham tiene un chasis de semi competición correcto de la época, motor Ford 302 con estampado azul (375 PK), caja de cambios TKO600, campana Quicktime, embrague Mc Cloud de alto rendimiento, capota de lona, cubierta de lona… El coche viene con matrícula belga.