“Con un peso de solo 1050 kg, el 911S 2.4 se considera de forma rutinaria y con razón el mejor 911 clásico de producción. Solo en los modelos de 1972, Porsche colocó el depósito de aceite, justo detrás de la puerta derecha, con acceso a través de una pequeña puerta (Olklappe), idéntica a la del depósito de gasolina, mejorando así el equilibrio del coche y convirtiéndolos hoy en día, los más buscados por los coleccionistas”