30 años del primer Audi A8: recordamos el W12 de batalla larga

Con el primer Audi A8, presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1994, Audi consiguió ascender a la categoría del lujo. La berlina, construida en Neckarsulm, apostaba por el concepto Audi Space Frame, con una carrocería fabricada íntegramente en aluminio, como elemento técnico más destacado.

¿De dónde venían las berlinas de representación del fabricante? Del Audi V8 de 1988, un modelo que, aunque técnicamente independiente, para el público simplemente parecía un Audi 200 "un poco mejor". Por eso, Ferdinand Piëch tuvo claro que el nuevo A8 tenía que alcanzar nuevos estándares de calidad.

Audi A8: hacia el futuro, con aluminio
Esta nueva era arrancó con la presentación del prototipo ASF Concept (Audi Space Frame) en el Salón del Automóvil de Tokio, en otoño de 1993. Además de la carrocería especial, bajo el capó, se escondía un motor V8 TDI de 3,4 litros. Y en aquella época, por qué no decirlo, un motor diésel era bastante poco habitual en las berlinas de lujo.

Ese prototipo casi de producción del primer A8 lucía una carrocería de aluminio pulido sin pintar, para acentuar la ligereza del vehículo. Y el A8 definitivo también fue ligero. De hecho, la carrocería de aluminio del vehículo de serie lanzado en 1994 pesaba sólo 249 kg.

Con el motor básico de gasolina de 2,8 litros, este coche de 5 metros declaraba únicamente 1.460 kg (sin extras, claro). Y por supuesto, quienes optaron por los motores más grandes y las versiones más equipadas, se acercaron al entorno de las dos toneladas.

Y es que Audi ofrecía multitud de opciones, como los denominados paquetes de oficina, con nevera portátil, reproductor de VHS con monitor, mesa plegable y cortinas de accionamiento eléctrico.

El Audi A8 y sus sueños fallidos
En 1997, Audi tuvo la idea de desarrollar una versión coupé del A8. El proyecto se llevó a cabo con la empresa IVM Automotive, con sede en Múnich.

Construyeron un modelo de casi producción en color Ming Blue Pearl, que se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra. Sin embargo, no salió adelante; entre oras cosas, por el temor a acabar siendo un nuevo BMW Serie 8: un coche bonito, pero con pocas ventas.

Volviendo al A8 'convencional', Gerhard Schröder, que asumió el cargo de canciller alemán en 1998, escogió el A8 como coche oficial, rompiendo con la tradición de sus predecesores, que se habían decantado por el Mercedes-Benz Clase S.

En 1999, se revisó ligeramente el frontal del A8, con nuevos faros más grandes y transparentes, una parrilla revisada y un faldón delantero inferior con faros antiniebla de serie. En el interior, los asientos estrenaron un diseño de costuras horizontales.

Además, se suprimió el modelo V8 de 3,7 litros con tracción delantera, manteniendo el V6 de 2,8 litros y el 4.2 quattro con batalla larga y corta. En el año 2000, la gama norteamericana del A8 se amplió con el A8 L.

En 2001, Audi presentó su nuevo motor W12, una unidad compacta de 6 litros y 420 CV, con un par máximo de 550 Nm entre 3.500 y 4.750 rpm, desarrollada mediante la fusión de dos motores VR6 en el cigüeñal. Asociado a la tracción total quattro y a una transmisión automática de cinco marchas, el conjunto aceleraba de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos.

Rápidamente, pasó a estar disponible en el A8, pero sólo para clientes europeos y asiáticos. En 2002, el A8 L incorporó de serie faros de xenón y volante calefactado. También se añadieron un sistema de control de la presión de los neumáticos (TPMS), un sistema estéreo Symphony II actualizado y nuevos colores exteriores.

Del mismo modo, todas las variantes del A8 se equiparon con una palanca de apertura del maletero para facilitar la salida en caso de que una persona quedara atrapada en su interior.

W12 con 6 litros de cilindrada
Sólo se fabricaron 750 ejemplares del D2 W12 entre su introducción y su retirada en 2003, 650 según otras fuentes. Un modelo que era lo máximo y que, en su día, costaba el equivalente a más de 100.000 euros actuales.

Para finalizar, esto comunicaba Audi sobre el coche en 1995: "El Audi A8 estará algún día entre los coches que han hecho historia". Y sí, algo de eso hay. La producción de esta generación finalizó el 4 de agosto de 2002, con la unidad número 105.092, y con un hueco reservado en la trayectoria de la marca.