A lo largo de esta década, la firma italiana Lancia pretende lanzar nuevos modelos al mercado, pero lo cierto es que desde hace unos años, y muy a nuestro pesar, el fabricante está presente solamente en Italia y con un único modelo en su gama, el Lancia Ypsilon.
Hoy queremos hablarte precisamente del predecesor del Ypsilon, el llamado Lancia Y10, un utilitario que fue presentado en el salón del automóvil de Ginebra del año 1985 como sustituto del veterano Autobianchi A112 y que, a pesar de sus apenas 3,39 metros de longitud, ofrecía un interior con cierto aire lujoso para la época y el segmento.
Pariente del Fiat Panda
Al igual que el A112, el Y10 se vendió bajo la marca Autobianchi en su país de origen, si bien en otros mercados se comercializó como Lancia Y10. Además, a diferencia de otros modelos de la gama, no recibió una letra griega como nombre, sino que conservó el código de desarrollo interno del modelo, Y10.
De un primer vistazo podría parecer que el Y10 de Lancia estaba basado en el Fiat Uno, pero lo cierto es que la marca italiana utilizó la plataforma del pequeño Fiat Panda, que medía lo mismo y fue puesto al día en la misma época.
A nivel de diseño, destacaba la zaga completamente vertical, con un portón contrastado en color negro. Si bien originalmente estaba previsto que fuera de plástico, para reducir peso y costes, finalmente fue de chapa pintada.
Además de por su aspecto exterior, el Y10 llamaba la atención por su interior, ya que gozaba de cierto aire premium que no era nada habitual entre los utilitarios. De diseño sencillo, el salpicadero incorporaba un sinfín de testigos luminosos e indicadores, si bien las puertas podían estar tapizadas en Alcantara, según el acabado. La radio, por ejemplo, estaba 'escondida' bajo una tapa para no quedar a la vista.
Prestaciones justitas
El motor básico del Y10 era el 'Fire' de cuatro cilindros, de 1,0 litros de cilindrada y 45 CV de potencia, y aunque el coche pesaba solo 775 kilogramos, las prestaciones no eran nada impresionantes, con una velocidad punta de 152 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en... ¡19 segundos! Por su parte, consumía 6,8 litros cada 100 kilómetros.
Un paso por encima estaba el Y10 Turbo, con un motor 1.0 turboalimentado de 85 CV, con el que las prestaciones mejoraban notablemente. En 1986 se llegó a incluir en el catálogo una versión de tracción a las cuatro ruedas, y en 1989 llegó el primer restyling del modelo, con intermitentes de color blanco en lugar de naranjas.
En otoño de 1992 Lancia lanzó una actualización mucho más amplia del Y10, con un frontal renovado, pilotos diferentes y más tecnología, que mantuvo vigente el coche hasta que fue descatalogado, en el año 1995.
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