Puede que en su día pasaran desapercibidos para algunos y que hoy en día muchos no se acuerden de ellos. Hablamos de esos ya clásicos modernos que hasta hace bien poco poblaban nuestras calles y carreteras.
Y si la semana pasada recordábamos la segunda generación del Ford Mondeo, en esta ocasión, nos detendremos en otra berlina 'noventera', en este caso de Nissan. Sí, porque en los años 90, con los SUV aún por nacer o dando sus primeros pasos, las berlinas medias molaban. Y sí, los superturismos llenaban circuitos.
Adión, Bluebird; hola, Primera
En 1986, el primer Bluebird salía de la cadena de producción de la planta británica de Nissan en Sunderland, para evitar los aranceles de importación. Un modelo que en 1990 fue sustituido en la gama por el nuevo Primera, un nombre de clara inspiración española.
Y una denominación que, en cierto modo, no era nueva en aquella época: Nissan presentó el Primera X Concept en el Salón del Automóvil de Tokio de 1989, como parte del Proyecto 901. El diseño de este prototipo estaba dirigido específicamente a los compradores europeos.
El Primera, con sus 4,40 metros de longitud, era el primer modelo desarrollado y producido por Nissan específicamente para el mercado europeo. Debutó en el Salón del Automóvil de París en octubre de 1990 y se lanzó a los mercados a finales de mes.
La tecnología del Primera era de nuevo desarrollo, incluyendo un esquema de suspensión delantero bastante avanzado para la época, lo que se traducía en una gran experiencia de conducción.
Eso sí, las variantes berlina y familiar se construían sobre plataformas diferentes, por lo que tenían poco en común, más allá del nombre. De hecho, el Primera Traveller se basaba en el Nissan Avenir japonés y, por tanto, no tenía el mismo chasis que la berlina (que se vendió en Estados Unidos como Infiniti G20).
En octubre de 1990, cuando salió al mercado, se ofrecían tres motores de gasolina, con potencias comprendidas entre 90 y 150 CV, así como un motor diésel sin turbocompresor de 75 CV. Y aunque algunos ya contaban con inyección desde el inicio, esta tecnología se extendió por toda la gama en 1993.
Además, el 2.0 16V de 115 CV se ofreció con tracción total a partir de abril de 1991, pero sólo en las dos carrocerías berlinas. Y es que, como mandaban los cánones de la época, el Primera ofrecía dos versiones del formato berlina: una más sedán y otra de enfoque más hatchback.
Nissan Primera (1990-1997), interior
En la revisión de 1993, el Primera también amplió el equipamiento de seguridad. En enero de 1995, todas las variantes del Primera recibieron un profundo lavado de cara, en el que se incorporó de serie el airbag para el conductor, al tiempo que se ofrecía un airbag adicional para el acompañante y tensores de cinturón (de serie en las versiones tope de gama). Además, se actualizó su imagen exterior.
El Nissan Primera fue un clásico del CET, con Luis Pérez Sala y Eric van de Poele al volante
El primer Nissan Primera, con el código interno P10, fue un habitual en las carreras de turismos, con fuerte presencia en las series de carreras alemanas STW y en el famoso Campeonato Británico de Turismos (BTCC), así como también en el Campeonato Japonés de Turismos (JTCC).
Una fiebre, la de los superturismos, que también llegó a España, donde el CET vivió su edad de oro a mitad de los años 90. Llegado para sustituir al Skyline campeón de 1993, el Nissan Primera, con los colores de Repsol, debutó en la temporada 1994, con Luis Pérez Sala al volante, al que se uniría Eric van de Poele con un programa completo de cara a la temporada siguiente. De hecho, en 1995, el Primera sumaría seis triunfos en el CET.
El historial del Primera en el CET se cerraría en 1996, con otras cuatro victorias en la que fue la última temporada "plena" del campeonato en España. Un declive que, en cierto modo, coincidió con el inicio del cambio de ciclo también en el mercado. A fin de cuentas, por entonces, ya podían comprarse los primeros SUV en España: Kia Sportage, Toyota RAV4, Honda CR-V, Land Rover Freelander... Y el resto, ya es historia.
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