Ya fuera en Italia, España o Yugoslavia, este pequeño coche con motor de cuatro cilindros fue un elemento clave de movilidad. No, no hablamos del Volkswagen Escarabajo, sino del primer Fiat 600, que celebró su estreno hace 70 años. Y hoy recordamos a este pequeño clásico.
Con Fiat ofreciendo un 600 moderno, en forma de SUV, hace siete décadas el 600, con sus 3,30 metros de largo y su motor trasero de cuatro cilindros, convivía con el Nuova 500, más pequeño y con dos cilindros menos. Ambos se convirtieron en dos coches muy populares en el sur de Europa en los años 60 y 70.
Estreno en Ginebra
En el Salón del Automóvil de Ginebra de 1955, Fiat se asoma al futuro. Nace el 600 como sucesor del Topolino, fabricado desde 1936. Con un motor de cuatro cilindros refrigerado por agua en la parte trasera y una carrocería autoportante, el Fiat 600 también marcó un concepto técnico completamente nuevo para la empresa turinesa.
El ingeniero Dante Giacosa diseñó un vehículo que, gracias a su simplicidad y a una producción económica en la planta principal de Fiat en Turín, permitía un precio de catálogo de 590.000 liras, con lo que el nuevo coche pequeño de cuatro plazas resultaba asequible incluso para el asalariado medio.
La moderna y robusta tecnología desempeñó su papel en el éxito del Fiat 600. En el eje delantero, la suspensión independiente sobre trapecios triangulares se combinaba con una ballesta transversal, mientras que Giacosa utilizaba suspensión independiente en el eje trasero. Así, ofrecía hasta 310 kg de carga útil, mientras que las puertas de apertura inversa facilitaban el acceso a las plazas traseras.
Inicialmente, el motor trasero tenía una cilindrada de 633 cm3 y rendía 23 CV. Y gracias a un peso de menos de 600 kg en vacío, podía alcanzar casi los 100 km/h en cuarta marcha. Y gracias a que el motor estaba refrigerado por agua, la calefacción funcionaba en invierno.
Primera serie hasta 1960
En 1956, Fiat presentó una segunda variante de carrocería con un techo enrollable que cubría todo el techo. De la primera serie se construyeron casi 900.000 unidades. Y ya en 1960, se lanzó el Fiat 600D con un motor más grande, de 767 cm3 y 29 CV, aumentando la velocidad máxima a 110 km/h. El exterior se caracterizaba por unos pilotos más grandes y los intermitentes reubicados bajo los faros principales.
Tras más de 2 millones de unidades fabricadas, con la actualización de 1965, las puertas "suicidas" dieron paso a otras convencionales y l depósito de combustible se amplió a 31 litros para mejorar la autonomía. Otros cambios incluyeron faros más grandes, la eliminación de los listones cromados laterales y el nuevo logotipo de la marca en la parte delantera.
Fiat satisface la demanda mundial de un coche familiar económico con numerosas licencias, incluyendo el SEAT 600, con casi 800.000 unidades producidas en Barcelona. Pero el "Seicento" también se fabricó bajo licencia en Yugoslavia, con Steyr en Austria, en Fiat Argentina, con NSU-Fiat en Alemania y en países hispanoamericanos, como Uruguay, Chile y Colombia.
Sin embargo, las preparaciones más deportivas fueron las del preparador austriaco Carlo Abarth, en una tradición que llega a nuestros días, sin olvidarnos tampoco de las creaciones de Zagato.
El primer monovolumen de la historia
Sólo un año después del nacimiento del 600, Fiat dio su siguiente golpe de efecto. El Fiat 600 Multipla, también diseñado por Dante Giacosa, nació como un monovolumen con espacio para hasta seis personas, en una longitud exterior de sólo 3,50 metros. Además, las dos banquetas traseras también podían abatirse para crear una zona de carga casi plana.
El Fiat 600 Multipla hizo carrera como vehículo de transporte, y muchos de ellos fueron utilizados por servicios de hoteles o compañías de taxis. Y como furgoneta, Fiat 600T, se convirtió en fiel ayudante de innumerables comerciantes. Entre 1956 y 1960, se fabricaron unas 77.000 unidades.
En 1969, sólo en la planta principal de Turín se habían fabricado casi 2,7 millones de Fiat 600, con picos diarios de hasta 1.000 coches al día, en un dato sorprendente para la época. En total el número de Fiat 600 producidos en todo el mundo, incluyendo todas las versiones de carrocería y motor, ascendió a casi cinco millones.
A pesar del fin de la producción en Italia en 1969, en España, SEAT continuó fabricando el 600 en Barcelona hasta 1973. Más tarde cesó la producción en Yugoslavia, en 1985, mientras que el 600 que Tofaş fabricaba en Turquía aguantó hasta 1995.
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