Ferrari, Porsche, Maserati, Aston Martin, Pagani... todos conocemos estos nombres y los modelos que conforman su historia y su presente. Pero, ¿cómo empezó todo? ¿Cuáles fueron los coches que iniciaron la historia de las marcas que conforman la élite deportiva?
He aquí, pues, un viaje al pasado para descubrir cómo nacieron algunas de las firmas más queridas y veneradas del planeta, cuyos modelos inauguraron epopeyas que perduran (y fascinan) incluso en la actualidad.
Aston Martin Coal Scuttle (1915)
Al igual que otros fabricantes, la historia de Aston Martin (nacida en 1913 fruto de la colaboración entre Lionel Martin y Robert Bamford) surge como un taller de preparación de coches de otros fabricantes.
No obstante, 1915 fue el año del debut del primer Aston Martin de verdad. Se llamaba Coal Scuttle. Matriculado sobre el número de chasis AM4656, era un dos plazas a secas con un motor de 4 cilindros y 1.389 cm3. Un modelo deportivo para su época, del que se perdieron todos los rastros en 1928.
Ferrari Tipo 125 (1947)
La primera parte de su vida, Enzo la pasó compitiendo con coches de otros, para luego decidir dar el paso y fabricar coches por su cuenta. La epopeya de Ferrari como fabricante comenzó en 1947 con el Ferrari Tipo 125 en dos versiones: Sport y Competizione, con carrocerías diferentes pero el mismo motor. Se trataba de un V12 de 1.496 cm3 y 114 CV diseñado por Gioacchino Colombo, con la colaboración de Giuseppe Busso y Luigi Bazzi.
Comenzó con un "fallo prometedor", según declaró Enzo Ferrari, en el circuito de Piacenza y terminó la carrera prematuramente debido a una avería en la bomba de combustible cuando iba en cabeza con Franco Cortese al volante.
Maserati A6 GranTurismo (1947)
Asociado hasta entonces con los coches de carreras, en 1947 Maserati presentó el A6 GranTurismo, su primer coche de carretera, en el Salón de Ginebra. Diseñado por Pininfarina, se fabricaron 61 ejemplares con carrocerías coupé de 2 plazas, 2+2 y 2 spider. Como su nombre indica, era un modelo que combinaba especificaciones deportivas con un alto nivel de lujo y elegancia.
El motor era un seis cilindros en línea de 1.488 cm3 que desarrollaba 66 CV, con un sistema especial de control de válvulas, que utilizaba balancines como actuadores. Otra innovación importante era el bastidor tubular con tubos redondos de acero.
Porsche 356 (1948)
Padre del Volkswagen Escarabajo, Ferdinand Porsche, después de diseñar coches para otras marcas, decidió producir un modelo que llevara su nombre, partiendo del Escarabajo. Para el Porsche 356 (proyecto número 356), se tomó el motor bóxer de cuatro cilindros del pequeño automóvil de Wolfsburgo, se aumentó la potencia a 35 CV y se ubicó, inicialmente, en posición central.
Se trataba de un descapotable de 2 plazas, solución que posteriormente se abandonó en favor de una carrocería coupé 2+2. Pero quedaba un problema: ¿dónde ubicar el motor? Sencillo, en el voladizo detrás de las ruedas traseras, una solución que sigue siendo la característica definitoria del 911, heredero del 356.
Lamborghini 350 GT (1964)
Sí, es cierto, el primer Lamborghini de la historia fue el 350 GTV. Sin embargo, fue un concepto que nunca llegó a producirse en serie, algo que sí ocurrió con el 350 GT, que representó su evolución estilística y técnica.
Propulsado por el motor V12 diseñado por Giorgio Bizzarrini (y evolucionado año tras año hasta la llegada del Aventador, equipado con un motor completamente nuevo), era un elegante coupé de líneas depuradas en comparación con el 350 GTV y prestaciones para rivalizar con los deportivos más 'chic' de la época. De hecho, la potencia era de 270 CV y la velocidad máxima, de 230 km/h.
McLaren F1 (1992)
De nuevo, dejemos esto claro desde el principio. Los aficionados podrían objetar que se nombre al F1 como el primer coche de carretera de McLaren porque a finales de los años 60 Bruce McLaren presentó el M6GT, un coche de carreras con matrícula. Un coupé extremo en todos los sentidos, propulsado por un motor Chevrolet V8 y dispuesto a hacerse con el título de coche más rápido del mundo. Sin embargo, la muerte de su fundador, Bruce McLaren, frenó el proyecto y sólo se fabricó un ejemplar.
El legado espiritual fue retomado en 1992 por el McLaren F1, un coupé nacido del genio creador de Gordon Murray. Un coupé sin ostentosos adornos aerodinámicos, con un habitáculo de tres plazas, una carrocería autoportante de fibra de carbono (nunca antes vista en un coche de calle) y, sobre todo, el bloque V12 derivado de BMW potenciado hasta los 627 CV, para mover solamente 1.100 kg de peso.
El resultado es uno de los supercoches más célebres de la historia, el automóvil más rápido del mundo de 1993 a 2005, con 371,8 km/h, y todavía hoy el coche más veloz con motor atmosférico.
Pagani Zonda (1999)
"La forma tenía que ser sensual, los pasos de rueda para los pechos, el capó trasero para las caderas". Así describe Horacio Pagani el Zonda, el primer coche de la empresa de San Cesario sul Panaro fundada (como Modena Design) en 1991. Tras ocho años de trabajo en materiales y tecnología, nace el Pagani Zonda, un hiperdeportivo extremadamente elegante y cautivador y el primer coche de carretera homologado en tener elementos con fibra de carbono completamente expuesta.
Está propulsado por un bloque V12 de origen Mercedes-AMG (una elección hecha para respetar los deseos de Manuel Fangio, argentino como Horacio, según el cual los Pagani debían tener un motor de la marca de la estrella) con una potencia de 450 CV, incrementada posteriormente con cada evolución del modelo hasta los 800 CV del Revolución.
Dallara Stradale (2017)
Tras más de 45 años en el automovilismo, ganando y triunfando en todas partes, se tomó la decisión de realizar modelos para la carretera y no solo para el circuito, utilizando la ilimitada experiencia adquirida, durante años, en la competición por circuitos de todo el mundo.
Así y por eso nació el Dallara Stradale, un regalo especial para Gian Paolo (el fundador), que llevaba años acariciando la idea de producir un coche matriculable. Y así fue en 2017, acompañado por el comentario del propio Dallara: "Me gusta pensar que Colin Chapman, a quien he llegado a admirar desde los días de su Lotus Seven, aprobaría la esencialidad y simplicidad de este coche".
Con 855 kilos de peso y 400 CV, gozaba de una relación peso/potencia de 2,13 kg por CV. Hablamos de un superdeportivo en toda regla, que se puede conducir, incluso con casco, si se opta por la configuración barchetta.
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