Este Ford Roadster de 1929 de apariencia mezquina sigue la tradición comprobada de construir hot rods de Ford, un proceso que se desarrolló a través de años de pruebas de alta velocidad en los lagos secos y las carreteras abiertas del soleado sur de California. Los roadster como el que se ofrece aquí generalmente se conocen como hot rods tradicionales por su adherencia a los componentes correctos de la época, apariencia funcional y simplicidad mecánica que caracterizaron a los autos que se fabricaron a principios de la década de 1950. Este hot rod está construido sobre un bastidor Ford de 1932, con una carcasa de parrilla doble, un eje delantero abatido y un parabrisas en V dual radicalmente inclinado. Este clásico Rod cuenta con un potente motor Cobra Jet V-8 de 460 ci respaldado por una transmisión manual de 4 velocidades y una robusta parte trasera de 9 pulgadas que se mantiene en su lugar mediante una suspensión de 4 brazos igualmente resistente. Desde todos los ángulos, está claro que este Roadster tiene el aspecto adecuado. La postura y la elección de las ruedas definen la actitud de cualquier hot rod y este automóvil ha sido sabiamente equipado con las ruedas correctas de la época con neumáticos delgados de capas diagonales. La carrocería sin guardabarros tiene un gran carácter correcto de la época y la pintura negra, el interior bien desgastado y varios senderos de persianas a lo largo del capó y la plataforma trasera completan la imagen de la década de 1950. Además, este roadster está equipado con una cubierta de lona suave que brinda un toque agradable que se remonta a los primeros días de las carreras en lagos secos. La carrocería de este automóvil es toda de acero Brookville, con una pátina honesta, con un carácter estético y desgastado. Esto se basa en el hecho de que este automóvil fue construido en los años 90 y tiene alrededor de 100,000 millas desde que se usó como conductor diario durante muchos años. El propietario anterior de este automóvil era un ávido entusiasta de los primeros hot rod y se dice que condujo este automóvil en los lagos secos El Mirage y Bonneville durante muchos años, lo que también se ha sumado a la pátina. Este automóvil aparece en EL MODELO A CAPÍTULO del popular libro RODS AND CUSTOMS de Bo Bertilsson y apareció en la revista HOP UP hace muchos años. ESTE FORD ROADSTER DE 1929 ES MUY CONDUCIBLE Y DEBE ATRAER AL HOT RODDER Y AL PURISTA PROFUNDAMENTE ARRAIGADO, ASÍ COMO A LOS ESPECTADORES OCASIONALES POR IGUAL. POR EL PRECIO DE UN NUEVO FALSO HIGHBOY CON CUERPO DE VIDRIO Y REVESTIMIENTO DE BILLETES, SE PUEDE CONDUCIR ESTE ROADSTER TOTALMENTE DE ACERO Y EXPERIMENTAR LA VERDADERA SENSACIÓN DE LOS PRIMEROS HOT-RODDING.