Del Ferrari 250 GT Cabriolet Pininfarina se fabricaron apenas 200 unidades. Y a simple vista, todos los deportivos clásicos que han sobrevivido durante décadas (la primera serie data de 1956, la segunda de 1958) están perfectamente conservados y descansan en cuidados garajes o museos de todo el mundo.
¿Todos? Probablemente, falte uno en la lista. Hablamos de un ejemplar de este Ferrari, que estuvo abandonado en un cobertizo durante años, acumulando polvo con el V12 en perpetuo silencio.
Y así sucedieron los acontecimientos: el afortunado hallazgo y la llegada del coche a un especialista en compraventa de coches clásicos (gullwingmotorcars.com).
Y si crees que el mal estado del 'barn find' de Maranello iba a penalizar su precio... te equivocas. De hecho, el precio de venta es de casi 1,2 millones de euros. Pero visto de otro modo, podría ser una verdadera ganga.
Un deportivo clásico único... y abandonado
El que ya ha sido bautizado como el último Ferrari 250 GT Cabriolet Pininfarina sin restaurar de la historia (confiaremos en que así es) luce el número de chasis 3051.
Rebuscando en los archivos de Maranello, se obtiene su 'carné de identidad': salido de fábrica el 25 de noviembre de 1961, en un elegantísimo azul oscuro, del que apenas quedan restos en la carrocería, con interior de cuero rojo, es el 250 GT Cabriolet número 150 producido, de un total de 200.
Adquirido por Raffaele Redaelli (un industrial de Brianza), fue vendido a Peter Kober en 1970 y exportado a Nueva York en 1971. Desde entonces, ha permanecido en Estados Unidos, para acabar en el cobertizo que ha sido su hogar hasta hoy.
Sin embargo, el V12 de 3,0 litros y 240 CV del Ferrari funciona casi a la perfección y arranca sin problemas. Por supuesto, una visita a un mecánico especializado es más que recomendable, pero se puede prescindir de la grúa... si se ponen neumáticos nuevos.
En el taller de chapa, las cosas se complicarán aún más. El capó parece estar irreparable y lo mismo ocurre con los asientos y gran parte del interior. Y luego pulir y volver a pintar. Todo, sin embargo, en los paneles originales: el análisis muestra que cada elemento de la carrocería es el de producción. Un detalle que eleva bastante el valor de este Ferrari 250 GT Cabriolet Pininfarina.
Así que, una vez finalizado el trabajo, su futuro propietario disfrutará de uno de los Ferrari descapotables más elegantes de la historia, con un valor muy superior a los 2 millones de euros. Prueba de cómo la familia '250' del Cavallino representa la élite de los coches clásicos más valiosos, con el 250 GTO por delante de todos ellos, claro.
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