Alfa Romeo Alfetta: la berlina italiana celebra su 50 aniversario

2 года, 7 месяцев назад - 18 мая 2022, motor1
Alfa Romeo Alfetta: la berlina italiana celebra su 50 aniversario
Nacida en 1972, era moderna por diseño y por mecánica.

La gama Alfa Romeo, que a principios de los años 70 se preparaba para dar la bienvenida al compacto Alfasud, destinado a ocupar una nueva porción del mercado, estaba representada por dos auténticas piedras angulares: el Giulia y el 1750. Dos modelos muy queridos y longevos que, sin embargo, empezaron a sentir el peso del tiempo y de la competencia. 

Sustituirlos no era una tarea sencilla, sobre todo por no saber cuál de los dos perdería antes el favor del público. Por eso, ya a finales de la década anterior, se había puesto en marcha el proyecto de una berlina que pudiera sustituir prácticamente a cualquiera de los dos, y situarse en un punto intermedio. Este proyecto, denominado 116, fue el que dio origen al nuevo Alfetta.

Nombre clásico, sustancia moderna
El nombre Alfetta perteneció a una verdadera gloria del pasado de Alfa Romeo, el monoplaza 158/159, recordado como el ganador de los primeros campeonatos mundiales de F1 en 1950 y 1951, y de más de 40 carreras (lo que lo convierte en uno de los coches más victoriosos de la historia), cariñosamente apodado 'Alfetta' por el público debido a su tamaño compacto.

La berlina que heredó este legado espiritual no pretendía ser pequeña, al contrario, era un coche de tamaño medio, con 4,30 metros de longitud (4,28 en el lanzamiento), que lo situaban entre los 4,15 metros del Giulia y los 4,40 metros del 2000.

Sin embargo, el Alfetta se diferenciaba de ambos por su disposición mecánica, que estrenaba el conocido esquema transaxle de Alfa, con la caja de cambios montada en la parte trasera, en bloque con el diferencial y el eje trasero De Dion con timonería de Watt, un interesante compromiso entre suspensión independiente y eje rígido.

Además, los frenos traseros se montaron más hacia el interior del eje, cerca del diferencial, para reducir aún más la masa no suspendida. Las novedades continuaron con el tren delantero, cuya suspensión de dobles trapecios recurría a barras de torsión en lugar de muelles. La dirección, por cierto, era de cremallera, otra innovación complementada por la columna de dirección ajustable.

El Alfetta debería haber debutado a finales de 1971 en el salón del automóvil de Turín, pero la directiva de la compañía decidió reservar ese escenario para el Alfasud y centrar la atención en él, trasladando así el lanzamiento del coche de tamaño medio a la primavera siguiente, para ser exactos a mayo de 1972, eligiendo no un salón del automóvil sino el evocador escenario de la ciudad de Trieste.

El primer motor, que siguió siendo el único durante los primeros años de producción, era la versión actualizada del bloque 1,8 litros de doble árbol de levas del 1750 (que en ese momento recibió su evolución final, convirtiéndose en el "2000" de nombre y de hecho), revisado con 122 CV a 5.500 rpm, en lugar de los 118 CV originales, y junto a una caja de cambios manual de cinco velocidades.

Esta última fue el centro de una de las pocas críticas que recibió el nuevo coche, que convencía por su diseño, espacio interior e incluso comportamiento, pero que, debido a la caja de cambios montada en la parte trasera y a su acoplamiento, era menos directa y agradable que aquellas a los que los clientes estaban acostumbrados. En Estados Unidos se ofrecía el motor con inyección mecánica Spica.

Más motores
Las primeras evoluciones del modelo llegaron en 1975, junto con una parrilla actualizada con un logotipo de Alfa Romeo más grande. Debido a la crisis del petróleo, se decidió ofrecer no solo un 1.8 rebajado a 118 CV, sino también un 1.6 más pequeño y económico, de 109 CV, acompañado de un equipamiento más sencillo, reconocible sobre todo por los faros simples en lugar de dobles y por una tapicería más barata.

En 1977, el Giulia y el 2000 dejaron de fabricarse casi simultáneamente y el Alfetta ocupó el lugar de este último. Para suceder al Giulia, se presentó el nuevo Giulietta, que retomaba la disposición técnica del propio Alfetta. Este último, para sellar su papel de buque insignia, amplió su oferta esta vez hacia arriba, con el nuevo motor que casi dio lugar a un modelo por derecho propio, el Alfetta 2.0.

Se distinguía por un frontal rediseñado, por ser unos diez centímetros más largo (unos 4,4 metros, alcanzando casi al 2000), faros rectangulares y nuevos paragolpes con intermitentes integrados. Montaba un 2.0 derivado del 1.8, con 122 CV de potencia, que aumentaron al año siguiente a 130 CV con la llegada de la denominación 2.0 L ("Lusso") y acabados más lujosos.

Un año después la lista de precios volvió a cambiar, el 1.8 recuperó sus 122 CV originales y amplió el equipamiento del más modesto 1.6, pero sobre todo llegó el primer motor diésel, un 2.0 turbo de 82 CV, producido por VM de Cento (FE), que convirtió al Alfetta en el primer coche italiano con un motor turbodiésel.

Estéticamente, su naturaleza de gasóleo no resultaba evidente, salvo por las tomas de aire adicionales en la parte delantera, pero a nivel técnico la instalación del potente motor diésel de cuatro cilindros exigió revisiones de la suspensión y de la caja de cambios. A cambio, logró buenas prestaciones (155 km/h) y un consumo comedido.

En la década de 1980, el Alfetta recibió dos actualizaciones estéticas: la primera, en 1981, unificó esencialmente toda la gama bajo la carrocería del 2.0, más moderna y mejorada con molduras laterales de plástico negro y otros retoques. También introdujo cambios en las transmisión, con relaciones más largas para reducir el consumo de combustible, lo cual limitó la pegada de las versiones más potentes.

A mediados de 1982, se añadió la versión Quadrifoglio Oro para animar un poco las ventas del modelo, propulsada por el motor 2.0 de inyección mecánica 'americana', de 126 CV y dotada de un nuevo frontal con faros dobles, llantas de aleación específicas y molduras marrones.

El segundo restyling llegó en 1983, pero se centró en detalles de plástico como salpicaderos y biseles más anchos. Sin embargo, trajo consigo la última novedad mecánica, el motor turbodiésel 2.4, también VM, con 95 CV, que se unió al 2.0. 

La carrera del Alfetta llegó a su fin en 1985 tras más 476.000 unidades ensambladas, de las cuales más de 180.000 estaban equipadas con el motor 1.8, el único que se mantuvo en el catálogo durante toda la vida del modelo.

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