Diseño único, tecnología sobresaliente, muy raro y bastante caro: así es como se podrían describir los vehículos que Bugatti ha creado en su larga historia. Pero incluso entre los modelos famosos, hay algunos que destacan especialmente, como el Bugatti Type 57 Roadster Grand Raid Usine. El modelo es tan raro como bello y misterioso, un rara avis.
En octubre de 1934, Bugatti presentó el Type 57 Roadster Grand Raid a la prensa automovilística internacional y a los entusiastas del automóvil en el salón de París. El 'Grand Raid' es una de las diversas variantes de carrocería del legendario Bugatti Type 57 y está especialmente diseñado para la competición: 'Raid' en francés se refiere a un largo y extenuante rally, al estilo del París-Dakar.
En total, Bugatti construyó solo diez chasis Grand Raid en esa época, siendo el más fascinante de todos el Type 57 Roadster Grand Raid Usine con su elegante carrocería, que está hecha de aluminio. El único modelo conocido lleva el número de chasis 57222 y está pintado en negro y amarillo, los colores favoritos del fundador de Bugatti, Ettore Bugatti.
El Bugatti Type 57 Roadster Grand Raid Usine está rodeado de algunos secretos. Por ejemplo, 'Usine' nunca fue una marca oficial de Bugatti. Se supone que Jean Bugatti, hijo del fundador de Bugatti, Ettore, diseñó el modelo.
Los modelos Type 57 Roadster Grand Raid se diferencian de versiones como el Type 57SC Atlantic y el Type 57S Atalante en que están diseñados para las carreras. Esto es evidente en las alas aerodinámicas y extendidas, el parabrisas en forma de V y los reposacabezas aerodinámicos.
Entre otras cosas, Bugatti ajustó el ángulo de la columna de dirección para desplazar al conductor más atrás. Bugatti también cambió la posición de la palanca de cambios, el freno de mano y los pedales.
Poco después de que Bugatti presentara el Type 57 Roadster Grand Raid Usine con su bello diseño y sofisticado chasis en el salón de París, el legendario piloto de carreras Pierre Veyron lo inscribió en el Rally París-Niza; el primer Bugatti de la era moderna, el Veyron, recibió su nombre en 2005.
Pero si seguimos con la historia de este modelo, en abril de 1935, el Type 57 Roadster Grand Raid Usine consiguió el primer puesto en la subida de Chavigny, con el piloto profesional Robert Benoist.
En 1946, este modelo se vendió a un entusiasta de Bugatti. El nuevo propietario modificó el roadster, entre otras cosas cambiando los faros de las aletas. Como el coche original estaba muy modificado, posteriormente se restauró por completo, devolviéndolo a su configuración original, con el número de chasis 57222, tal y como se vio en el salón de París. En la actualidad, este Bugatti tan especial se encuentra en el Museo Louwman.
Fundado en 1934, el museo alberga una de las mejores colecciones privadas del mundo, compuesta por unos 275 coches históricos y motos, y es propiedad de la familia Louwman desde su apertura.
Actualmente, la dirige Evert Louwman, hijo del fundador Pieter Louwman. Esta espectacular colección de automóviles se encuentra en uno de los edificios más impresionantes de los Países Bajos, diseñado por el arquitecto Michael Graves, ganador del Premio Driehaus, y situado en la calle Leidsestraatweg de La Haya.
Похожие новости