Lanzado en el año 1982, el Volvo 760 llegó al mercado como un modelo tremendamente cómodo y con unas prestaciones respetables. De hecho, con este coche, Volvo logró sumarse a la lista de fabricantes de prestigio, hace ya cuatro décadas.
Precisamente cuando se celebra el 40 cumpleaños del modelo, hemos querido repasar su historia, y no podemos empezar sin hacer alusión al apodo que recibió en Estados Unidos: 'el ladrillo sueco'. La razón para ello es bastante evidente, ¿no crees?
El Volvo 760 lucía unas líneas marcadas y angulosas, con una zaga dibujada con escuadra y cartabón, y una luneta posterior casi vertical. Estas líneas y proporciones también las adoptaron las marcas nobles americanas de la época.
Precisamente en Estados Unidos, y a pesar del apodo dado al 760, el modelo funcionó muy bien a nivel de ventas, superando todas las expectativas, y después tuvo éxito también en Europa. De hecho, en 1982 y 1983, Volvo consiguió las mejoras cifras de producción de su historia.
El modelo estrenó innovadores elementos de seguridad que solo se encontraban en el segmento de lujo, como el ABS (desde 1984), el airbag del conductor o los cinturones de seguridad con pretensores automáticos.
Inicialmente montaba un V6 de gasolina y 2,8 litros, con 156 CV de potencia, y después se sumaron a la oferta un seis cilindros diésel de 115 CV y un cuatro cilindros de 173 CV, que llegó un año después. Hubo cilindradas de entre 2.316 y 2.849 cm3, así como potencias de entre 109 y 182 CV. Además, se ofrecieron cambios manuales de cuatro velocidades y automáticos de tres o cuatro marchas.
La familia 700 de Volvo fue bastante amplia. Existieron versiones limusina que llegaron a utilizarse como coches de Estado en varios países (en la RDA, por ejemplo), y tuvo también éxito el Volvo 760 Estate, con carrocería familiar, lanzado en 1985, mismo año en que se presentó el Volvo 780 Coupé.
Un año antes, en 1984, se presentó el Volvo 740, una versión más económica y asequible, que se convirtió en el más popular de la gama, posicionado entre las series 240 y 760.
Tras cinco años en producción, el Volvo 760 recibió una actualización que modificó su diseño frontal y añadió un eje trasero multibrazo de serie, pero los cambios fueron tantos que se podría haber hablado directamente de una nueva generación del modelo.
En el año 1990, Volvo fabricó 183.864 ejemplares de la berlina 760 y solo 37.445 del familiar, algo que en el 740 fue totalmente al revés. En total, la marca sueca comercializó más de 1,2 millones de vehículos de la familia 700, hasta que en 1992 los Volvo 940 y 960 tomaron el relevo como buques insignia de la casa.
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