Presentamos una pieza clásica de la historia del automóvil: un Ford Modelo A de 1930 que encarna la elegancia y el encanto de una época pasada. Esta belleza vintage cuenta con un exterior verde patinado que captura la esencia del estilo y la sofisticación atemporales, complementados con un elegante interior color canela que irradia calidez y comodidad. Este es un superviviente total/hallazgo de granero. Un maestro de ASU condujo esto con esfuerzo a su trabajo docente durante años después de su jubilación y lo colocaron en un edificio donde estuvo almacenado durante 41 años. Mecánicamente sano, se conduce bien. ¡Este es un respaldo ciego (modelo Briggs) difícil de encontrar en el pasado! Debajo del capó encontrará un confiable motor de cabeza plana de 4 cilindros combinado con una suave transmisión manual de 3 velocidades que ofrece una experiencia de conducción auténtica que se remonta a La edad de oro del automovilismo. El vehículo está equipado con neumáticos radiales que garantizan una conducción equilibrada y estable, mientras que los icónicos neumáticos de banda blanca añaden un toque de estilo clásico realzando su atractivo nostálgico. El Ford Modelo A también está adornado con ruedas de alambre, un sello distintivo de su época que no solo contribuye a su estética vintage pero también proporciona un rendimiento robusto. Esta combinación de características hace de este Ford Modelo A de 1930 un ejemplo notable de artesanía automotriz para entusiastas y coleccionistas que aprecian el legado perdurable de los automóviles clásicos estadounidenses.