Con el lanzamiento del 250 GTE en 1960, Ferrari consiguió su primer éxito de ventas. Con casi 1.000 coches fabricados, fue el primer Ferrari de esta cantidad y a partir de entonces se pudo hablar definitivamente de una verdadera producción en serie. En vista de las astronómicas cantidades de dinero que consumía la participación de Ferrari en la Fórmula 1, ya no era posible abstenerse de construir y vender un coche de producción. Así, el 330 GT presentado en 1964 heredó el antiguo 250. El coupé 2+2 se fabricó en cantidades muy similares en dos series hasta 1967. El coche había sido completamente rediseñado con el nuevo V12 de 4,0 litros, que estaba basado en el legendario Motor Colombo de doce cilindros. El chasis era deportivo y moderno con suspensión independiente y amortiguadores telescópicos. Se instalaron frenos de disco en las 4 ruedas de serie. La transmisión de potencia la proporcionaba una caja de cambios manual de 4 velocidades con sobremarcha para uso en autopista. Como ocurre con la mayoría de los Ferrari, el diseño fue de Pininfarina. Como es habitual, sus líneas son más bien sencillas y rectas, pero atemporales. Sin embargo, hay una característica especial: los faros de diferentes tamaños crean el efecto de los llamados "ojos chinos", como ya se ve en el Bentley Continental Coupé. Este 330 GT 2+2 de la primera serie fue entregado por J. H. Keller AG en Zúrich en 1965. La combinación de colores encargada en aquella época es tan rara como elegante: "Avorio", o marfil, con un interior de cuero rojo en contraste. El coche siempre permaneció en Suiza, donde se sometió a varias revisiones y trabajos de mantenimiento a lo largo de los años, incluida una revisión del motor en 2012. Hay varias facturas y recibos disponibles. Pero la joya de la documentación es el certificado "Ferrari Classiche" expedido en Maranello. Además de las especificaciones de entrega, esto incluye una evaluación exhaustiva y experta del estado y equipamiento original del vehículo. Dicho certificado sólo se emite después de una evaluación exhaustiva, ya sea directamente por parte de la fábrica o por representantes autorizados de Ferrari. La carrocería está en óptimas condiciones y el interior tiene una hermosa pátina. La mecánica también está en un estado ejemplar y el V12 y los carburadores funcionan perfectamente. Una anécdota interesante sobre el 330 GT: el propio Enzo Ferrari conducía un 330 GT blanco como coche particular. Fue el prototipo de este modelo en su momento. El coche se vende con licencia de veterano y fuera de servicio.